Probablemente lo has intentado todo para bajar de peso –dietas, rutinas de ejercicios, etc– y pareciera que nada le ocurre a tu cuerpo. Entre medio habrás escuchado muchas veces la palabra “metabolismo”, “un proceso muy importante para la pérdida de peso”, que sería fundamental para alcanzar un cuerpo fuerte y estilizado.
Pero, ¿qué es exactamente el “metabolismo”, y cómo logra deshacerse de los excesos de grasa de tu cuerpo? Científicamente “metabolismo” refiere a las reacciones químicas de tu cuerpo. Habla del total de las transformaciones energéticas en relación a todas las reacciones químicas que ocurren en el interior de tu organismo. En palabras más simples, es como si tuvieras un entrenador trabajando dentro de tu cuerpo que te ayuda a quemar la grasa y las calorías.
Cada vez que tu cuerpo ingiere comida, las enzimas que se encuentran en las células descomponen la comida para transformarla en energía que sirve de combustible para todas las actividades de tu organismo, como pensar, realizar ejercicio e incluso para que funcione tu corazón. Mientras más veloz es tu metabolismo más rápido quemarás la grasa de tu cuerpo. Y lo bueno es que siempre hay un margen que te permitirá darle un impulso a tu metabolismo.
Pero debes recordar que el metabolismo depende también de la genética, por eso hay personas a las que les resulta más fácil perder peso y otras a las que les cuesta más. Pero no pierdas la fe, pues siempre hay un margen de mejoramiento, que se puede lograr por medio de una alimentación adecuada y ejercicios que fortalezcan tu corazón y el cómo este impulsa la sangre por tu cuerpo.
Acá te dejamos tres consejos que te ayudarán a impulsar tu metabolismo:
Preocúpate de desayunar y alimentarte bien (todos los días!)
Si no desayunas bien tu cuerpo entra en modo de hambruna, es decir, el cerebro manda órdenes de bajar el metabolismo, para conservar la energía durante el día. Además, es importante qué y cuánto comes. Hay estudios que dicen que si consumes entre el 20 – 50 % de las calorías del día en tu desayuno, eso te hará ganar peso de a poco.
Es recomendable comer alimentos que te dejen satisfecho por un buen rato, que no tengan tantas calorías y que no se digieran tan rápido. Como la avena, la proteína magra y una variedad de carbohidratos. Además, acompaña con café o té y una sesión de respiraciones profundas para fortalecer tu flujo sanguíneo.
Realiza ejercicio por intervalos
Estudios han demostrado que realizar ejercicio intenso en periodos de tiempo cortos ayuda a perder más calorías que realizar ejercicio durante un periodo largo de tiempo a intensidad baja. Intenta hacer rutinas diarias, de ejercicios breves y precisos, acompañando siempre con una buena elongación.
Duérmete temprano!
Investigaciones han demostrado que quienes consiguen menos de 7.5 horas de sueños por la noche son más propensos a ganar peso. Así que haz el esfuerzo de acostarte temprano, evitando ese tiempo de ocio que uno suele perder antes de entrar a la cama.
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