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Días más cortos, noches más largas y temperaturas bajas trae consigo el invierno. Llega también con la amenaza invisible de las enfermedades virales. Algunos recomiendan evitar los lugares concurridos, para así rehuir posibles contagios. Pero te recomendamos, en cambio, que fortalezcas tu sistema inmunológico. Así podrás disfrutar tranquilamente de esta hermosa estación climática.

A continuación te dejamos algunos tips que te ayudarán a mantener un cuerpo fuerte y sano durante el invierno.

1. Añade verdes a tu dieta

Las verduras contienen una increíble variedad de vitaminas y nutrientes que ayudan a fortalecer las defensas: proteína de planta, clorofila, minerales y vitaminas esenciales como el magnesio, fierro, calcio y potasio, vitaminas C, K, E y muchas de las vitaminas B, además de una gran cantidad de antioxidantes. Con todo esto no solo fortalecerás tu sistema inmune, sino también limpiarás tu sangre y desintoxicarás tu cuerpo.

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Algunas verduras con sus principales minerales y vitaminas:

  • Espinaca (vitaminas A, B6, B2, B1, C, E, K; minerales: hierro, calcio, potasio, magnesio, manganeso y fósforo; es antioxidante)
  • Variedades de lechuga (vitaminas A, B1, B2, B3, C, E; minerales:  calcio, potasio, magnesio, sodio; es antioxidante)
  • Rúcula (vitaminas A, C; minerales: hierro, calcio, potasio, magnesio)
  • Acelga (vitaminas A, C; minerales: hierro, yodo, potasio, magnesio, agua; tiene folatos, que estimulan la producción de glóbulos rojos y blancos; es antioxidante)
  • Repollo (vitaminas A, C; minerales: potasio, magnesio; es antioxidante)
  • Coliflor (vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B9, C, E; minerales: hierro, calcio, potasio, magnesio, manganeso y fósforo; es antioxidante)
  • Brócoli (vitaminas A, B6, B2, B3, B5, B9, C; minerales: hierro, calcio, potasio, magnesio, manganeso y fósforo; es antioxidante)
  • Zanahoria (vitaminas A, B6, C; minerales: calcio, potasio, magnesio, sodio y fósforo; es antioxidante)

 

2. Evita los alimentos procesados y la azúcar refinada

Los alimentos procesados son perjudiciales para tu sistema inmunológico por dos razones. Primero, porque exigen al cuerpo más de la cuenta en el proceso digestivo. Y segundo, porque comidas procesadas como las galletas, los dulces, las bebidas de fantasía o la comida rápida carecen de los nutrientes y vitaminas esenciales que hacen que tus defensas estén fuertes. Intenta comer siempre alimentos lo más cercanos posibles a su estado natural, particularmente frutas y verduras crudas y frescas.

 

3. Té de jengibre, limón y miel

Entre las fórmulas caseras para combatir los virus esta combinación es considerada ya un clásico. Su uso popularizado se explica por las increíbles propiedades de sus ingredientes. En el caso del limón, se puede decir que cuenta con antioxidantes, bactericidas, además de ser un depurador de toxinas y proveedor de vitaminas. La miel tiene muchas propiedades, entre ellas: es antiséptica, eliminando los virus y las bacterias (sobre todo en la garganta). Y el jengibre tiene múltiples beneficios para combatir diferentes enfermedades: elimina toxinas, despeja las fosas nasales, regula la temperatura corporal y es expectorante.

 

4. Respira

Una respiración profunda y pareja, además de favorecer la limpieza de la sangre, ayuda a disminuir el estrés. El estrés afecta de manera negativa al sistema inmune. Tomarse un momento cada día para realizar ejercicios de respiración prolongada, idealmente en un exterior natural, te dará calma en la mente y el cuerpo.

 

5. Duerme y descansa

Tener una buena rutina de sueño beneficia considerablemente a tus defensas y te mantendrá protegido de posibles enfermedades y síntomas del resfrío. Se aconseja dormir no menos de siete horas por día, y que las horas de irse a la cama y de despertar no varíen mucho de día en día. Esta regularidad establece un ciclo amable para tu cuerpo, y como consecuencia tus sistemas funcionarán de manera óptima. Si no logras mantener un ciclo ordenado, o si tienes problemas para dormir siete o más horas, compensa la falta de sueño con descansos breves durante el día.

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6. Mueve tu cuerpo todos los días

Uno de los mejores regalos que puedes hacerte para sentir un cuerpo más fuerte es el ejercicio. Mantener una rutina deportiva de intensidad moderada aumenta las defensas antioxidantes del cuerpo. La sangre correrá más rápido por tu organismo y sentirás cómo la energía te acompaña durante todo el día. Pero no olvides evitar los cambios súbitos de temperatura!

 

7. Refuerza tu sistema con uno de nuestros programas:

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